El cloruro ferroso se produce por reacción del ácido clorhídrico sintético y el óxido ferroso, mientras que el cloruro férrico resulta de la cloración del cloruro ferroso. Ambos productos están disponibles en grado técnico o potable, este último dividido, según la aplicación, en grado potable estándar o extremo. El cloruro férrico, al 40 %, se utiliza ampliamente en la potabilización del agua y el tratamiento de aguas residuales o industriales. El cloruro ferroso, al 30 %, cumple, entre otras, una función de control y disminución del sulfuro de hidrógeno, reducción del fósforo y los cromatos y eliminación de los cianuros en el agua depurada.
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